Mira cómo es el cometa verde que pasa cerca de la Tierra

Se los asociaba con la caída de

cuando nombran la palabra cometa lo primero que recuerdo es la definición de un viejo profesor de Astrología, un señor de barba que había sido marino y se había enamorado de las estrellas. Él decía: los cometas son como los gatos, hacen lo que se les da la gana y tienen cola.

Es que los cometas, efectivamente, son imprevisibles. Cambian de forma, de color y de trayectoria sin previo aviso, algo a lo que los astrólogos nos vuelve locos, ya que el camino de todos los demás cuerpos celestes puede calcularse matemáticamente.

El cometa C/2022 E3 fue descubierto hace sólo un año. Es del tipo C, o sea que no lo volveremos a ver. O tal vez sí, según calculan sus descubridores, dentro de unos 50 mil años promedio.

 

En Egipto, en América Precolombina, en China y en Europa Medieval los cometas tenían mala fama. Se los asociaba con la caída de grandes Imperios o, al menos, con movimientos políticos repentinos y de gran magnitud. De hecho, la estrella de Belén era un cometa, y efectivamente el nacimiento de Cristo marcó un antes y un después en Occidente.

Son anunciadores de cambios a gran escala, bastante difíciles de predecir, justamente por su naturaleza gatuna. Aunque sí nos dan algunas pistas.